Las manifestaciones de Dios
“Dios vive en mi como Yo Soy” (Comer, Rezar y Amar)
Hoy en una de mis cafeterías favoritas, entre mi café y su té, una amiga me contaba lo mal que la ha pasado, lo mal que se ha sentido, después de caer en una depresión, una herida profunda en su corazón muy reciente, tocando el fondo y quedándose en ahí, sin ver la salida o las ganas de salir, hundida en su tristeza, nadie había logrado darle el consuelo, nadie jamás es capaz de entender la posición y el dolor que está pasando ( porque cada dolor y experiencia es única) , tan así, que se rindió y dijo: “ Dios pongo mi vida en sus manos, porque yo ya no se que hacer”… y adivinen que pasó? Emergió de ese fondo, salió a la superficie a respirar, dejo de luchar, encontró paz. Dios me habló a través de su historia hoy y me dijo, “Ves, estoy aquí”
Últimamente he pensado mucho en la palabra devoción, esta tan lejos de la realidad actual que no sabemos lo que significa, es más, no la usamos, “Yo soy devota”, “En mi espiritualidad hay devoción” ¿qué es eso? ¿Como se come? ¿Como se siente? Es algo de los católicos creo…. Es una acción que se ha quedado en el olvido, como la relación con Dios, hay mucho mercadillo espiritual ahora, pero muy poca devoción. Y de esto estoy aprendiendo mucho y por eso me lo pregunto. Así que..
Devoción: La devoción es la entrega total a una experiencia, por lo general de carácter místico. Fuente San Google
Me voy a quedar con la frase “entrega total a una experiencia” ¿cuál experiencia? La de relacionarme con Dios. Dios es un gran Gran! ser, que está ahí solo esperando que lo volvamos a ver, que le hablemos , como decía la Madre Teresa : la única forma de tener una relación con Dios es a través de la oración, de hablarle y de contarle y les voy a decir chiquillos que no es hablarle solamente tipo rezar, o muy elaborado muy tuyu, eso no está mal pero es mejor hablarle, como a un amigo, a Dios le gusta lo sencillo, al cielo le gusta la claridad, él sabe mejor que nadie quien eres, como te sientes, de que estas hecho, no tienes que aparentar con él, solo se tu mismo, cuéntale tu día, salúdalo, hazte su amigo, y esa devoción de la que hablo se va a ir manifestando en tu corazón, como un fuego, es muy bonito decir que tengo una relación con Dios pero sobre todo sentirla. A lo largo de mi vida he ido aprendiendo y desaprendiendo lo que es esto y poco a poquito he sentido lo bonito que es, y hasta el día de hoy no deja de sorprenderme con muchas cosas y me sorprendo a mi misma también.
Hay dos personajes de la historia que recientemente descubrí, Juana y Elías, ambos muy amigos de Dios, ambas historias diferentes pero similares. Juana de Arco tenía una devoción y una fe muy fuerte, sin importar que pensaba o que opinaba su propia familia y amigos, ella creyó en lo que sentía, alimentó su fe y su devoción y fue tras lo que no parecía para nada posible en un mundo muy árido, seco, frio, pero sobre todo sin fe y esperanza (muy parecido a estos días, que casualidad) yo no me imagino a una Juana de Arco en la actualidad, en las redes sociales ya la habrían destruido a puros comentarios, pero nada de eso a ella no le importo y ella continuo, a ojos cerrados, solo confiando en lo que sentía y en Dios, ella logro llegar muy lejos y su fe despertó la fe de muchos de miles. Nos dio un ejemplo que ha perdurado en la historia. Pero para mi lo mas importante un ejemplo de fe, fe en lo que creía, fe en lo que Dios le decía, fe en sí misma, esta fe solo se mantuvo viva a través de la relación que ella decidió mantener con Dios, de principio a fin, sin importar que.
Igualmente Elías, con una responsabilidad muy grande sobre sus hombros, aunque él no entendiera las razones que Dios tenía para hacerlo pasar por aquellas circunstancias, el siempre mantenía su relación con él, así fuera para reprocharle y pedirle explicaciones por todo lo que estaba viviendo y que lo hacía pasar, como lo hemos hecho muchos de nosotros en algún momento de nuestras vidas, pero Elías en cambio, seguía hablándole, el sabia quien era Dios y aunque no lo entendiera y fuera un Dios mudo como el lo llamaba, el le seguía hablando, se llego a enojar tanto por todo lo que Dios lo había hecho pasar que decidió olvidarlo y alejarse y en ese olvido se dio cuenta que Dios le estaba enseñando a ser mas grande y mas fuerte y que aunque el estuviera enojado con él, Dios no lo estaba con Elías. Y en cuanto Elías se dio cuenta de su error o mejor dicho aprendió de su experiencia, volvió a hablar con Dios se disculpó y vio que él estaba ahí, nunca se había ido.
En ambas historias hay un factor común, y es que, en medio de sus vidas, de los momentos más oscuros, de la desesperanza, en medio del miedo, nadie les podía quitar la devoción, la fe, el fuego creado a través de la relación con Dios, eso queda solo en el corazón de cada uno y nadie se los puede quitar. Elías mientras estaba tirado en el suelo de Akbar, aturdido por los golpes, sangrando, adolorido física y emocionalmente, rozando la muerte, hablo con él, con Dios. Juana en medio de las llamas alzo su mirada al cielo para hablar con Dios. Y mi amiga en medio de su dolor, alzo la mirada al cielo y hablo con Dios, y él a todos les respondió.
Yo sé que todos hemos sido Juana y Elías en muchos momentos de la vida, cuando hemos tocado fondo y Dios siempre ha estado ahí, la oportunidad de hablar con él siempre está disponible, nadie te la puede quitar, NADIE. El Dios del que yo hablo es un Dios amoroso, cariñoso, que escucha pacientemente, aunque creas que no lo hace, también habla y nos da respuestas, muy sencillas y visibles. Se que en la actualidad las diferentes doctrinas que existen para muchos no son suficiente, pues a través de los años ellas mismas se han encargado de alejar a las personas y de ser todo menos una relación con Dios y es que en mi opinión , nadie te puede dar una relación con Dios, mas que tu mismo, donde sea, como sea, en medio de una montaña, en medio del desierto o en medio de un tumulto de personas, y es solo suya y de él, nadie mas entra ahí, no hay edificios, amuletos, intermediarios, no hay nada mas que nosotros y él en la intimidad mas segura de este mundo, que es nuestro propio corazón, nuestro hogar. “Dios vive en mi como yo soy” no como nadie más.
Siempre les hablo desde mi perspectiva de la vida, según mi propia experiencia, y mis propios aprendizajes, ya que todos tenemos una vida única, diferente, pero también muy parecida ya que estamos muy conectados y esta vez este mensaje me tenia dando vueltas desde hace días. Si cierran los ojos unos minutos, descubran su propia presencia, sientan hasta donde llega y luego sientan la energía y la presencia de Dios lo cerca que está y como nos rodea y de paso si gustan lo pueden saludar. Porque Dios está ahí, con ustedes, como ustedes son.
Siempre con mucho amor
Tania Matos.
Bonito mensaje. Yo desde muy joven hablo con Dios casi como hablo con cualquier persona. Así como soy. Incluso acostumbro decirle "¿Cómo estás?", y guardo silencio, para escucharle.
ResponderEliminarPorque me gusta que me "cuente" de Su vida y Su día, así como yo le hablo de todo lo mío... aunque ya lo sepa.
Me encanta tu mensaje! Muchas gracias por escribir y por leer!
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