La noche oscura del alma



¿Y qué tal si empiezo a escribir de nuevo?

Llevo mucho tiempo pensando y la verdad es que pensar no ayuda mucho; lo que realmente ayuda es actuar, poner las manos a la obra. El trabajo desde el interior se siente diferente, los resultados también son distintos. Cuando hacemos algo con el sello de nuestra alma, encontrándonos a nosotros mismos y, sobre todo, disfrutando de nuestra presencia.

¿Han escuchado hablar de la noche oscura del alma? Yo no sabía qué era ni que existía, y cuando escuché por primera vez sobre ella, no creí que fuera cierta. Sin embargo, para bien o para mal, la viví en carne propia.

La noche oscura del alma es un tránsito que vivimos en una época determinada de la vida, donde pasamos por momentos realmente oscuros y de sufrimiento. Aunque el sufrimiento es opcional, puede que no estemos educados o preparados para vivirlo, pero es así como aprendemos lo que es sufrir, y también cuando decidimos que no queremos eso para nuestra vida.

Durante este tiempo, la vida nos va presentando situaciones de prueba, nos pone frente a los espejos y reflejos necesarios para ver dónde no nos estamos amando.

Y es que ese es el objetivo de estas noches oscuras del alma: ver dónde no nos estamos amando. Sin oscuridad no hay luz, y debe haber un equilibrio, como el yin y el yang, energía masculina y femenina, luz y oscuridad. Así como este famoso símbolo, nosotros debemos poner equilibrio en nuestra vida y debemos poner luz en nuestras sombras. Pero, ¿cómo vamos a saber cuáles son nuestras sombras si no las reconocemos? Y para eso, la vida, los ángeles y seres de luz nos ponen reflejos de nosotros mismos. Ejemplo: ¡Ay! ¡No me gusta cómo me trata esa persona, me duele lo que me hace! Normalmente culpamos al otro de lo que "nos pasa", pero realmente, ¿es culpa del otro? Si conoces a alguien que se nota a leguas que no se ama, que no se trata bien a sí mismo, que ignora las prioridades de su alma, ¿en serio pensamos que a nosotros nos va a tratar mejor? Ojo ahí con el ego, que es tan astuto y sutil en nosotros. Ante nuestros oídos, él siempre va a parecer bueno e inocente, nos hablará con el tono más dulce. ¿O qué tal el pensar que quizá esa persona, con nosotros, sí va a cambiar? "Yo, con mi amor, le voy a ayudar a cambiar y ya no va a ser así, se va a amar". ¡Suena a ego también! La capa del héroe salvador para que mi ego se infle diciendo: "¡Yo le ayudé a cambiar!" ¡Ojo! Por lo tanto, ¿cómo esperamos que esa persona me trate mejor de lo que se trata a sí misma, o que me ame más de lo que se ama a sí misma? ¿Será que yo tampoco me estoy amando a mí mismo? ¿Será que necesito verlo en alguien más para reconocer que yo tampoco me estoy amando bien, que me estoy dejando llevar por la corriente de la vida, de la sociedad, de las creencias?

Hay que poner conciencia, aunque esto a muchos les da pereza y prefieren vivir anestesiados por las banalidades que ofrece el vivir dormido.

En la noche oscura del alma, muchas veces se presentará la soledad, pero ante los ojos de la sabiduría sabrás que está ahí para acompañarnos, para que volvamos la mirada hacia nosotros, hacia adentro, como los budas, en calma, con los ojos cerrados en serenidad y viendo dentro de nuestro corazón.

Si estás pasando por una noche oscura del alma, lo sabrás. Se reconoce, tarda algún tiempo, pero debes saber que todo tiene un final, que se superan y que saldrás más conectado a tu alma, más ubicado en el verdadero camino de tu ser.

El amor que buscamos fuera lo tenemos dentro. Trátate como a un rey, consiéntete como si lo hicieras por un amigo o una pareja. Sé paciente y benevolente contigo mismo y con tus procesos; esas son formas de salir de esas noches oscuras. Hasta el infierno tiene salida hacia la luz, nunca olvides eso.

Tenía rato de no escribir y creo que sí voy a dejar esta pequeña entrada por aquí.

Que tengas un bendecido 2025.

Con amor,
Tania Matos









Comentarios

Entradas populares de este blog

Conexiones especiales

Soledad, Amistad y Muerte , Grandes Maestras